Nutrición

¿Cómo garantizar la calidad y la seguridad en cada conserva de pescado?

Dedicamos la máxima atención a la selección de las materias primas, efectuamos controles exhaustivos a lo largo de toda la cadena de suministro y acompañamos a los consumidores en sus decisiones orientadas al bienestar, con proyectos educativos, de investigación y desarrollo para mejorar cada vez más la calidad de nuestros productos.

Estándares de seguridad y controles

Bolton Food es una empresa certificada según la norma ISO 9001, lo que demuestra su compromiso para garantizar la calidad de los productos y la satisfacción de sus clientes.

Además, las plantas de producción de Cermenate y Quimper están certificadas según los estándares aprobados por la GFSI (Global Food Safety Initiative), organización mundial cuyo objetivo es favorecer la mejora continua de los sistemas de gestión de la seguridad alimentaria. En este ámbito, la fábrica de Cermenate está certificada según los estándares FSSC 22000, mientras que las plantas de Quimper, O’Grove, Cosarno y Manta están certificadas según los estándares IFS; dichos estándares garantizan la seguridad y la higiene alimentaria de las producciones.

Bolton Food es una empresa certificada según la norma ISO 9001, lo que demuestra su compromiso para garantizar la calidad de los productos y la satisfacción de sus clientes.

Además, las plantas de producción de Cermenate y Quimper están certificadas según los estándares aprobados por la GFSI (Global Food Safety Initiative), organización mundial cuyo objetivo es favorecer la mejora continua de los sistemas de gestión de la seguridad alimentaria. En este ámbito, la fábrica de Cermenate está certificada según los estándares FSSC 22000, mientras que las plantas de Quimper, O’Grove, Cosarno y Manta están certificadas según los estándares IFS; dichos estándares garantizan la seguridad y la higiene alimentaria de las producciones.

Nos comprometemos a realizar cada año controles exhaustivos en toda la cadena de suministro, desde la materia prima hasta el producto acabado, recurriendo para ello a laboratorios de análisis externos acreditados.

A la hora de elegir a nuestros proveedores, solo tenemos en cuenta las empresas que garanticen altos niveles de calidad y de higiene y, durante la fase de compra, las sometemos a una serie de auditorías para examinar su conocimiento de los aspectos relativos a la calidad, la higiene y la seguridad de las materias primas y para comprobar que las prácticas que siguen en la fase de captura y elaboración sean correctas.

De forma paralela, invitamos a nuestros principales proveedores a visitar nuestras fábricas, para que conozcan mejor nuestros procesos de producción, así como nuestros principios de comportamiento y nuestro modo de enfocar la calidad y sostenibilidad.

Periódicamente llevamos a cabo investigaciones cualitativas y cuantitativas sobre nuestros productos acabados, con el fin de monitorear la percepción sensorial de los consumidores con respecto a nuestras referencias.

Por último, en 2016 también alcanzamos un acuerdo de colaboración con el laboratorio universitario de biodiversidad y microbiología de la Universidad de la Bretaña Occidental para desarrollar métodos innovadores de conservación y esterilización de nuestros productos.

La trazabilidad de nuestros productos

La trazabilidad es una herramienta fundamental para garantizar la seguridad alimentaria y promover la protección del ecosistema marino.

Por este motivo, en 2015 nos convertimos en la primera empresa italiana y una de las primeras del mundo en recibir por parte de DNV-GL la certificación internacional ISO 22005 («Sistema de trazabilidad en las cadenas agroalimentarias») para nuestro sistema, que nos permite monitorear una cadena compleja como la del atún.

El proyecto:

  • abarca más de 500 referencias elaboradas en 10 líneas de producción;
  • verifica en tiempo real a todos nuestros proveedores a escala global, monitoreando y controlando con prontitud los datos sobre los suministros;
  • nos permite facilitar información detallada y certificada por una tercera entidad independiente.

Desde septiembre de 2020, los consumidores pueden obtener información en tiempo real sobre sus productos gracias a un proyecto innovador desarrollado en colaboración con IBM: basta escribir el código indicado en cada lata en la sección correspondiente del sitio web dedicada a la trazabilidad para conocer la especie de atún, el método de pesca y el océano en que se ha capturado, además de curiosidades y detalles relativos a cada uno de nuestros productos.

Los beneficios nutricionales de nuestros productos

Estamos convencidos de que una empresa como la nuestra tiene que desempeñar un papel protagonista en el fomento de una correcta alimentación, mediante un proceso encaminado a destacar el valor nutricional y cualitativo de nuestros productos.

Una fase importante de este proceso ha sido la realización de un estudio sobre el consumo de pescado en lata.

El aspecto más interesante que ha revelado la investigación es que, desde el punto de vista nutricional, el pescado en conserva ofrece las mismas ventajas para la salud que el fresco. En ambos productos se detecta la misma abundancia de esos nutrientes, como las proteínas nobles y los ácidos grasos poliinsaturados omega-3, que hacen del pescado un elemento fundamental en una dieta equilibrada. El hecho de que los procesos de elaboración del pescado en lata tengan una influencia irrelevante en la composición del producto acabado (y solo en lo que se refiere a ciertos micronutrientes) demuestra que el pescado en conserva no es más que una alternativa al fresco igualmente nutritiva, ya aliñada, lista para el consumo, de alta calidad, segura y sostenible.

CONSERVAS... ¡SIN CONSERVANTES!

El nombre «conserva» podría llevar a engaño: en realidad, todas las conservas Rio Mare carecen de aditivos y conservantes. Solo buen pescado aderezado, como manda la tradición mediterránea, con aceite de oliva y una pizca de sal. El proceso de esterilización garantiza su correcta conservación y lo convierte en una cómoda ración de pescado ya condimentada y lista para el consumo.

MERCURIO: NO HAY PROBLEMA

No todos los atunes son iguales: quizá muchos ignoren que las especies utilizadas en las conservas italianas (el atún de aleta amarilla o yellowfin y el listado o skipjack) se encuentran entre las que presentan menor contenido de metales pesados. De hecho, se recomienda el consumo de dos o tres raciones a la semana de pescado con bajo contenido en mercurio, como el atún en lata (incluido el listado o skipjack) y de una ración a la semana de pescado como el atún de aleta amarilla.

La garantía adicional de Rio Mare: los controles realizados continuamente en la materia prima y el producto acabado revelan que en el atún Rio Mare los valores de mercurio son 10 veces inferiores al límite de seguridad que establece la ley. Por eso, el consumo de atún Rio Mare es seguro y recomendable para todos, incluidos los niños y las embarazadas.

SAL: MENOS DE LO QUE SE PIENSA

La acción conservante de la sal se debe a su capacidad de reducir el contenido de agua libre en el alimento, lo que evita la proliferación de bacterias. Teniendo en cuenta el tamaño de las raciones y la frecuencia de consumo semanal, queda claro que las conservas de pescado no se deben considerar una fuente determinante en cuanto a la aportación de sal. Un alto porcentaje de la sal que consume la gente a diario se encuentra en algunos productos alimentarios transformados, como el pan, las galletas, los cereales para el desayuno y la bollería industrial.